El peligro de las herencias
Al aceptar una herencia el heredero manifiesta su consentimiento en convertirse en titular de los bienes del fallecido.
La aceptación pura y simple implica que el heredero no sólo recibirá los bienes integrantes de la herencia, sino que también responderá personalmente, con sus propios bienes, de las deudas de la misma.
Lo habitual es que por haber aceptado la herencia sin un plan en los impuestos, se acaban pagando grandes sumas a Hacienda de manera innecesaria.
Aunque la aceptación también puede hacerse tácitamente en ciertos supuestos, habitualmente se realiza de forma expresa mediante el otorgamiento de una escritura pública ante notario.
Lo que más caracteriza al heredero es que responde de las deudas del difunto, y de ahí la importancia que tiene saber qué es y cómo se produce la aceptación de una herencia, pues una vez aceptada, las consecuencias pueden ser muy perjudiciales para el heredero, por tanto siempre es conveniente dejarse aconsejar por un profesional (la función del notario es elevar a público actos y documentos privados, no asesorar ni informar) de cuál es la mejor opción que brinda la legislación en cuanto a las implicaciones fiscales y patrimoniales.
En HDH podemos asesorarle de cuál es el plan fiscal y de gestión más adecuado en su caso en materia de sucesiones y herencias.