ESTOY EN EL CIRBE. ¿QUÉ HAGO?

Este registro conocido como CIRBE, que no es un registro de morosos como el ASNEF, se actualiza cada mes y facilita a cada persona, confidencialmente, y a los bancos con los cuales pretendemos realizar una operación de riesgo (como un crédito personal o una hipoteca) la información de aquellos que tengan un riesgo superior a los 1.000 euros. 

Es decir, informan a la propia persona solicitante (de su propia información) y a las entidades financieras cuando les pedimos algún tipo de crédito de cuánto debemos en total en todos los préstamos que podamos tener, siempre y cuando el monto total supere los 1.000 euros.

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Ahora bien, es preferible que cumplamos nuestras obligaciones en las condiciones estipuladas en los contratos porque, en el caso de no hacerlo, arrastraremos en el CIRBE operaciones de riesgo que nos harán imposible acceder a la financiación y, en la práctica, es muy complicado que la entidad de crédito deje prescribir ningún tipo de deuda, pues regularmente envían cartas y/o requerimientos notariales que interrumpen el plazo de prescripción, de modo que podemos arrastrar las deudas indefinidamente.

Como se actualizan mensualmente y no es un registro de morosos realmente, cumpliendo con nuestras obligaciones no es un asunto que generalmente no debería de preocuparnos, pero se puede dar el caso de que se incurra en algún error y aparezca algún tipo de obligación que no existe, o que ha prescrito, en este caso deberemos dirigirnos en primer lugar a la entidad bancaria correspondiente y, si no se rectifica o cancela a instancia de ésta, comunicarnos con el Banco de España para que tome cartas en el asunto.

Texto elaborado por el colaborador Carlos Velert Irles y revisado por David J. López Ortega.